martes, 10 de julio de 2012

Meditación, consejos para utilizar un Mandala



La meditación, es una terapia alternativa que de forma natural y sencilla, nos permite aquietar nuestros pensamientos y proporcionarle calma a nuestra mente e imaginación. Mediante la meditación, se alcanzas estados de relajación, que liberan al cuerpo y al organismo de tensiones, sentimientos negativos, emociones tóxicas, descubriendo así una verdadera conexión con el espíritu y el yo interior.
Como hemos visto anteriormente, los Mandalas, o Círculo Sagrado, son diagramas simples y complejos que mediante sus figuras geométricas nos permiten mediante la meditación concentrarnos y explorar nuestro interior.



Consejos para utilizar Mandalas en la Meditación.

Utilizar un Mandala para meditar, no es algo que resulte complejo, lo puede hacer cualquier persona que esté dispuesta a tomarse unos minutos para aquietar su mente. Solo basta colocar el Mandala en frente de nuestros ojos, como punto de concentración aproximadamente a unos 90 centímetros.
El ambiente que se utiliza para éste tipo de prácticas debe ser un lugar silencioso, donde se puede colocar música relajante para complementar la meditación, como así también aromatizar con sahumerios o aceites esenciales.  Una vez que el sitio que hemos elegido para meditar se encuentre armonioso fijaremos nuestra mirada en el centro de la imagen del Mandala sin perder la perspectiva y observado “todo” lo que rodea a ese centro.
Poco a poco y luego de unos minutos observando el Mandala, podremos notar que los pensamientos se van ordenando y fluyen de forma natural. Concentrarnos en el centro del Mandala sin dejar de visualizar todo el entorno que lo rodea, nos impulsará a sentir una relación completamente íntegra con el resto del Universo que nos acoge en su seno.

Suele ocurrir que luego de visualizar durante unos minutos el Mandala, sus colores, se tornen más intensos, más brillantes y poco a poco vayan invadiendo todo nuestro ser, alterando el estado de consciencia, e inundando de energía positiva todo el cuerpo purificándonos de todo aquello que nos aqueja.
El tiempo que se debe utilizar para meditar con los Mandalas, es muy relativo, ya que depende de cada persona, generalmente alcanza con empezar a meditar durante unos 15 minutos, lo cual se considera el tiempo suficiente para que el cuerpo y la mente se aquieten y puedan alcanzar un estado de relajación. Si todos los días le dedicamos 15 minutos a la meditación con Mandalas, poco a poco podremos ir incrementando ese tiempo, hasta alcanzar nuestros objetivos deseados, mejorando así estados de ansiedad, agotamiento, estrés, cansancio y alcanzando la armonía total de nuestro cuerpo y mente.

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